
El hecho de que a la llegada de los españoles los purépechas fueran el grupo dominante en la región, ayudó a que fuese el más conocido de todos los pueblos de Occidente. Esta circunstancia, de que por aquellas fechas estuvieran en todo su apogeo cultural, también hizo que muchas de las fuentes históricas de este pueblo se conservaran. Esto no quiere decir que los conquistadores españoles respetaran sus costumbres y les permitieran que conservaran sus tradiciones, no fue así, de igual manera que otros mesoamericanos este pueblo sufrió brutalmente la irrupción cultural y militar de los españoles. Sin embargo, no todo lo referente a los purépechas está claro, quedan algunos enigmas por aclarar, como su origen étnico, a los que muchos especialistas sitúan en Sudamérica, y su afiliación lingüística, la que no muestra relación alguna con otras lenguas mesoamericanas.
A los purépechas se les conoce también por otros gentilicios, quizás el más extendido de todos ellos sea el de tarascos, que tiene varias versiones en cuanto a su procedencia. Una de ellas es la que concede a los españoles la autoría de dicha denominación, los que comenzaron a llamarles de esta manera. Según Luis Mario Fuentes Chagolla: Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI a la zona lacustre de Mechuacan (lugar entre lagos), los pobladores locales, lejos de conflagar contra los nuevos "invasores", los vieron como sus aliados al haber derrocado al Imperio Azteca, por lo tanto los locales pacíficamente regalaron a los españoles a sus hermanas como obsequio para que viajaran con ellos en sus nuevas expediciones hacia el sur del país; por lo cual cuando los españoles se despedían de los pueblos purhépechas; ellos los despedían diciéndoles "Jurhákiria tarase" que significaba adiós cuñados... Por lo cual los españoles les decían los tarases o los tarascos, porque al no entender el idioma de ellos solo escuchaban que mencionaban esta palabra en repetidas ocasiones. "tarase, tarase, Jurhákiria tarse".

Purépecha procede de P'orhépecheo o Purhépecherhu, que significa "lugar donde viven los p'urhé". A su vez, p'urhé o p'uré significa "gente o persona". Este grupo étnico fue el más tardío de todos cuantos se asentaron en la zona Occidente. Los uacúsechas, como se denominaban los antiguos purépechas, llegaron a los alrededores del lago de Pátzcuaro, en el actual estado mexicano de Michoacán, hacia el año 1.200 d. C. Como ya apunté anteriormente, es muy probable que llegaran de Sudamérica, pues su lengua no pertenece a ningún tronco lingüístico mesoamericano, en cambio sí muestra marcadas semejanzas fonéticas con otras lenguas de América del sur.
Fray Jerónimo de Alcalá, al que se le atribuye la autoría de la Relación de Michoacán, dice en su obra referente a los purépechas que eran un pueblo de chichimecas bárbaros, cazadores que llegaron a la región guiados por un personaje al que le llamaban Ticátame. Curiosamente los uacúsechas tenían en común con los mexicas la creencia de haber sido elegidos y guiados por su dios, Curicaveri.

El "sacerdote del viento", traducción de Tariácuri, nació en el siglo XIV y tuvo una estricta educación religiosa. Se proclamó rey de Michoacán cuando se adueñó del territorio, después de vender a sus primos que trataban de traicionarlo con sus enemigos, y es considerado el padre del Imperio Purépecha. Durante su mandato el pueblo purépecha se consolidó como un poderoso imperio cuya influencia se expandió enormemente por la región mesoamericana.
Al final de su vida, Tariácuri dividió administrativamente su imperio en tres reinos, que repartió entre su hijo, Hiquíngare, y sus dos sobrinos, Hirípan y Tangáxoan. En cada uno de los reinos se estableció su capital, Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan. A la historia del Imperio Purépecha va ligado el nombre de Moctezuma I, quien había comenzado su extensión con las guerras de conquista de los pueblos aledaños. Los mexicas ya habían conquistado un vasto territorio cuando decidieron adueñarse de los dominios purépechas, pero no lograron consumar su ambición.

Para 1.450 Tzintzuntzan había acaparado el poder en la región, con Tzizipandacúare como su gobernante más destacado, que consiguió extender su poderío. Zuangua era el gobernante en el poder a la llegada de los españoles, pero fue su sucesor, Tangaxoan II, el que se rindió a los conquistadores. Apenas presentó resistencia a los invasores, a quienes se les presentó mal vestido en señal de sumisión. Los mexicas, al verlo entregarse de esa manera comenzaron a llamarle Catzonzin, que significa "Señor sandalia vieja". El último rey purépecha murió a manos de los españoles, quienes mandaron matarlo al no encontrar en la región el oro que iban buscando.

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